Cuando por fin realizamos una inversión, nos emociona ver crecer nuestro patrimonio y queremos revisar nuestro saldo todos los días. Todo es miel sobre hojuelas hasta que un día vemos que dejó de crecer e incluso bajó en comparación con el día anterior.
Es aquí cuando nos surgen miles de dudas. Y no es para menos, ¡es nuestro patrimonio lo que está en juego!
Antes de que te espantes y ya no quieras saber nada de inversiones, debes saber que esto es un comportamiento típico de cualquier inversión y es normal, siempre y cuando sigas la recomendación de los expertos.
Estos movimientos se llaman plusvalías y minusvalías. Para comprenderlos mejor, pongámoslo en perspectiva con otro tipo de inversión: un bien inmueble.
Imagina que compras una casa en 1 millón de pesos, de un día para otro falla la tubería de la casa. Si valuaras la casa en ese momento, seguramente valdría menos de 1 millón de pesos; pasan los días, tu seguro cubre los daños y se publica una noticia acerca de que se construirá una plaza comercial súper exclusiva a unas cuadras de tu casa, en ese momento tu casa valdrá mucho más de 1 millón.
Pasaste por una minusvalía y una plusvalía, pero nunca dejaste de tener la casa. Y mientras pasen los años es probable que vivas situaciones que puedan hacer que baje y suba su precio, pero lo que determinará una ganancia o pérdida será el momento en el que decidas vender la casa y la diferencia del precio respecto a cuando la compraste.
Lo mismo pasa con los fondos de inversión, todos los días hay situaciones que hacen que suba y baje el precio, porque lo que tú estás comprando son pedacitos de un fondo (títulos) y mientras no los vendas, no tendrás ni ganancias ni pérdidas, solo plusvalías y minusvalías.
¿Entonces debo vender y comprar constantemente? La respuesta es no, lo correcto es asesorarte con un experto que construya una estrategia de inversión que contemple tu perfil de inversionista y el plazo en el que ocuparás ese dinero, recomendándote la solución ideal para tus necesidades.
La estrategia contemplará que esas subidas y bajadas no te afecten, y que cuando alcances el plazo que definiste, el resultado sea una plusvalía que puedas convertir en ganancia.
Así que no te angusties y toma en cuenta estos puntos:
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