Las inversiones tienen mucho de psicología, aunque a simple vista no lo parezca. Por ello en esta
ocasión hemos enumerado 5 sesgos que pueden afectar al momento de invertir.
Hay que recordar que un sesgo cognitivo es un atajo que utiliza nuestra mente para procesar
información rápidamente a la hora de tomar una decisión.
El término fue propuesto por Daniel Khanamal y Amos Tversky, padres de la economía conductual, cuyas
investigaciones se han popularizado en los últimos años debido al impacto en diferentes áreas, una
de ellas las inversiones.
La memoria selectiva nos hace filtrar nuestras memorias o recuerdos que beneficien una imagen
positiva, esto impide aprender de los errores que hemos cometido y no ser flexibles.
Se hace presente en frases como: “Ya no me acordaba que no debo invertir en algo solo porque está de moda”.
Este sesgo tiene un efecto de victimización y tiende provocar una parálisis porque impide la toma de
decisiones. Es lo equivalente a no levantar para responder la pregunta del profesor para evitar el
ridículo.
A la hora de invertir podemos ver este sesgo en frases como: “Necesito ser experto para invertir en
fondos de inversión y no lo soy”, “no tengo el tiempo necesario para poner a trabajar mi dinero”.
Muchas personas desarrollan este sesgo por una mala experiencia en el pasado o por desconocimiento.
Esto a la hora de invertir hace que las personas no quieran salirse de instrumentos excesivamente
conservadores, debido a la liquidez y a la tasa que les garantizan.
Ello los aleja de oportunidades de inversión diversificadas y de obtener rendimientos más altos en
el largo plazo, debido a que constantemente se repiten: “Yo no puedo tolerar que mi portafolio baje,
aunque sea un peso”.
Este sesgo hace que una persona confirme un prejuicio erróneo en el que cree. Esto provoca tomar
decisiones de inversión poco objetivas y con una visión muy limitada de la realidad.
El sesgo de confirmación se presenta en frases como: “Tenía razón al no invertir en bolsa, mi padre
perdió dinero al invertir ahí hace 20 años”.
Este sesgo evita que las personas asuman lo que han perdido y por ello provoca que se sigan
manteniendo pérdidas en una inversión con la ilusión de recuperarse.
Este sesgo puede provocar grandes pérdidas a la hora de invertir o de mantener un negocio
que solo genera pérdidas: “Ya no puedo cerrar el negocio porque le invertí demasiado dinero”.
Para evitar caer en sesgos a la hora de invertir te recomendamos acercarte a expertos e inversiones
quienes pueden ayudar a ampliar tu visión y ayudarte a encontrar la inversión que más se ajuste a
tus necesidades.
Entérate cómo mediante las inversiones las mujeres pueden obtener autonomía, independencia y participación en el ámbito económico.